VIRGEN CON EL NIÑO Y DOS ÁNGELES.
1465.
95 x 62 cm.
Galería de los Ufizzi.
FRA FILIPPO LIPPI 1406-1469. Ingresó en la orden de los carmelitas pero al surgir el amor entre él y una novicia, la familia Médicis intercedió ante el Papa para la dispensa de los hábitos. Se piensa que la modelo pudiera ser su mujer
Se le considera MAESTRO DE BOTTICELLI, y es que ambos coinciden en la representación de mujeres rubias, dulces y melancólicas.
EL pintor evoluciona de las formas rotundas de Massaccio a estas delicadas.
En esta escena sitúa la acción en un interior pero con una ventana fingida ( el cuadro dentro del cuadro que permite mostrar un paisaje con enormes peñascos, un camino y al fondo al situar la línea del horizonte alta se atisba el mar. Tal vez influencia de la pintura flamenca.
María viste a la moda florentina sobre una elegante silla, los detalles de las telas parecen inspirarse en la pintura flamenca.. Se muestra pensativa, contemplativa, orante, tal vez consciente del final de su hijo..
El niño parece reclamar su atención extendiendo sus brazos siendo aupado por dos ángeles, uno de ellos sonriente y mirando al espectador nos introduce en el cuadro. El otro casi oculto
Como en el caso de Fra Angélico gran importancia del dibujo que delimita las figuras , la silla, los peñascos.
La luz es muy suave creando claroscuro que contribuye al modelado del volumen
En ese pequeño espacio la posición del ala, de los dos ángeles y de la ventana crean efecto de efecto de profundidad y no de agobio en esta escena doméstica.
Existe también un leve sfumato.
Contrasta el color frío azul del vestido de la virgen ( de influencia flamenca) con el rojo, y con los colores cálidos del rostro. En el paisaje el color azul del cielo que contribuye a a la profundidad.
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